miércoles, agosto 23, 2006

Cuentos populares

Estando en el Muelle de Sardegna, la ciudad italiana, conocí a un viejo pálido, canijo y estúpido que se sentaba en el muelle y solía contar historias. Bueno, aparte de eso también comía habichuelas crudas y se metía cuatro dedos por el culo para tocarse la mierda antes de cagar, entre otras cosas, pero todo esto carece de importancia. Todas las tardes me sentaba a su lado, esperando a que llegara el momento en que se metiera los dedos por el culo. Me obsesionaba aquella escena; aquel rostro berrugoso y arrugado, con ese tajo que hacía las funciones de boca entreabierto y esos ojos brillantes de placer. La cabeza ligeramente inclinada hacia atrás, y las piernas muy abiertas, con los pantalones bajados hasta las rodillas.
Cada día deseaba con todas mis fuerzas ver aquello de nuevo, pero sólo sucedía una vez cada 24 horas. Mientras esperaba a que mi héroe hiciera honor a su reputación, éste me contaba historias. El puto viejo no paraba de contar historias. Recuerdo en especial una que me contó. En realidad son dos historias, pero me las contó días diferentes y tienen ciertos cambios en su desarrollo, así que transcribiré ambas:
*Primera versión*
Jerry Miller tenía una granja de ponys. Bonitos ponys marrones con largas cabelleras rubias o blancas, y Jerry estaba realmente orgulloso de sus ponys. Jerry fumaba tanto que, un día, los ponys murieron envenenados. Al descubrirlo, Jerry Miller se murió de tristeza.
*Segunda versión*
Jerry Miller tenía una granja de ponys. Jerry Miller era un fumador compulsivo, fumaba hasta cuando estaba practicando el coito con alguna cabra en la montaña. Un día, Jerry murió, a causa de un fallo en sus pulmones, dejando a sus queridos ponys atados sin comida en la granja. Los ponys murieron de hambre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En la próxima entrega, consejos para la depilación del vello púbico.

UnTal dijo...

Y con la siguiente: consejos para la eliminación del bello público. ;)
Muy guapo el blog Ted, que la fuerza de la bellota radioactica te acompañe.