jueves, mayo 31, 2007

Un trabajo interesante


Acudí a la entrevista porque tenía que hacerlo. Acudí a la entrevista porque era mi deber. Yo estaba en paro y necesitaba algo de tela urgentemente o me pegarían una patada en mi rosado trasero. Acudí a la entrevista por necesidad.

Así que le interesaría... ¿jornada completa o media?

¿Cuánto tiempo llevo aquí?

¿Mañana o tarde?

¿Me habré quedado dormido delante suya?

¿Es usted soltero?

Una mosca acaba de colarse por la ventana.

Le ofrecemos un buen salario.

Aburrimiento.

Le ofrecemos un teléfono móvil pagado por la empresa. Marcando este prefijo... como usted puede comprobar... Mire, aquí. Los gastos corren a cuenta de la empresa.

La mosca se dirige hacia la puerta. Oh, no.

Su trabajo consistiría en...

Creo que. Creo que tiene intención de irse. Oh...

Tan sólo tendría que ocuparse de conseguir una buena cartera de clientes. El resto...

Oh, no. Joder no. La secretaria. La hija de puta maldita zorra asquerosa de la secretaria. Esa zorra. Acaba de...

Sencillo, ¿verdad? ¿Qué opina? ¿Está interesado?

Acaba de matar a la mosca. ¿Qué cojones le ha hecho a ella la pobre mosca?

Y me tiende la mano. El tipejo este me tiende la mano. Junto a la bastarda de su secretaria. Podría haber contratado a Hitler, pero no. Hitler es demasiado blando para él. Prefiere a esta puta Margaret Thatcher. Esta jodida Madame Germen. Mussolini se quedó demasiado corto. Él prefiere a su zorra genocida psicópata.

¿Hola? ¿Se encuentra bien?

¿Que si me encuentro bien? Claro que me encuentro bien. Me encuentro perfectamente. Ahora veréis, hijosdeputa. Y como estos cabrones tienen que aprender a respetar a los demás seres sintientes con los que conviven en este planeta, decido tomar cartas en el asunto. Quiero enseñarles una buena dosis de amor por la naturaleza. Y no se me ocurre mejor modo que sacar mi
Browning M1922 automática, calibre 7'65, y pegarles un tiro a cada uno en la frente. Después de contemplar unos instantes como sus asquerosas e intolerantes cabezas redecoran para mi satisfacción el escritorio de este soplapollas, me largo de allí orgulloso por mi decisión. Por mí que se pudran, deberían estar contentos.


Podría haberles denunciado a la Protectora de animales. Y no lo hice. Deberían estarme agradecidos, joder. JODER.

La verdad es que hace mucho tiempo que pisar mierda no me duele. Camino, honestamente, con decisión y ...de repente, la piso. Hundo mi zapato en ella y... Mi zapato se mancha. El hedor asciende hasta mi nariz pero nada. No me duele. Huele, y todo eso. Ya sabéis de qué estoy hablando. De la mierda. De la mierda y de su olor. En todo su esplendor.

Pero la desidia me puede...

¿O qué coño es lo que me pasa?