jueves, mayo 31, 2007

La verdad es que hace mucho tiempo que pisar mierda no me duele. Camino, honestamente, con decisión y ...de repente, la piso. Hundo mi zapato en ella y... Mi zapato se mancha. El hedor asciende hasta mi nariz pero nada. No me duele. Huele, y todo eso. Ya sabéis de qué estoy hablando. De la mierda. De la mierda y de su olor. En todo su esplendor.

Pero la desidia me puede...

¿O qué coño es lo que me pasa?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué texto dan (d)oloroso...

Anónimo dijo...

Espero que el hijo de puta que ha escrito el primer comentario no se crea ingenioso.

PD: disfruta la sesión del logopeda, hijo de puta.